MASAJE CON PIEDRAS CALIENTES


El masaje con Piedras calientes o Volcánicas no se trata de una nueva tendencia, esta sabia tradición se remonta a tiempos ancestrales. Su origen, practicado durante millones de años por los Rishis (los grandes sabios de la antigüedad), producen un efecto sobre la energía de nuestro cuerpo físico y psíquico de equilibrio, relajación y bienestar.

Aplicada en la forma correcta, esta terapia puede tener un mayor impacto curativo y relajante que un masaje convencional. 

Es una terapia donde realizamos un masaje específico, utilizando técnicas manuales mezcladas con el trabajo de las piedras calientes (básalticas) y aceites específicos, según lo que estemos tratando.

Cada piedra es energía viva y nos ayudarán a reequilibrar cuerpo, mente y alma a la vez que revitaliza y oxigena la piel y la sangre. A través del masaje la fuerte conexión ya existente entre las piedras y el cuerpo, ayuda a equilibrar la energía interna que circula a través de los Chakras y meridianos energéticos.

 

¿De dónde provienen y qué beneficios nos aportan las piedras calientes?

 

Las piedras son especiales, proveniente de un volcán en erupción, formadas a partir de lava caliente originados en la corteza terrestre, llegan a las capas superiores donde arrastran multitud de minerales fusionando su composición química, finalmente se enfrían y solidifican y con el paso del tiempo y después de haber sido expuestas a todo tipo de fenómenos atmosféricos, se condensan en una masa compuesta por minerales y cristales, rica en hierro y que posee una gran capacidad para retener el frío y el calor. Grandes, planas, pulidas y de diferentes tamaños, así son las piedras que se utilizan en este tratamiento y que con ayuda de aceite caliente.

Estas piedras tendrán un gran poder de absorción del calor (poder refractario), es decir, retendrán muy bien el calor en su interior.

El calor de las piedras nos penetrará en músculos y articulaciones, otorgando un efecto sedante, anti-inflamatorio y aportando movilidad a personas con  alguna dificultad.

Las piedras calientes a nivel general estimularán la circulación ayudando a fluir la sangre por las principales arterias y venas, aportando oxígeno a ésta y transportándolo por todo nuestro cuerpo.

Finalmente diremos que las piedras calientes nos aportarán un gran efecto sedante y placentero acompañado por un bienestar absoluto libre de preocupaciones, relajando cuerpo, mente y alma. Equilibrando los Chakras y dándolos armonía.

Entre los muchos beneficios que aporta este masaje podemos destacar su efecto sedante sobre el sistema nervioso, la limpieza, tonificación e hidratación. Desde el punto de vista de los doshas, (las tres energías básicas o humores vitales de los que todos estamos constituidos).

El efecto que producen las piedras sobre las energías de nuestro cuerpo físico, funciona con corrientes electromagnéticas y la creencia  que mantiene la terapia con piedras calientes es que mueve estas energías emitidas por nuestros órganos.

Tiene lugar gracias a la bio-resonancia de las piedras, debido a que la atmósfera está cargada de iones negativos. La resonancia neutraliza los iones positivos que tienen lugar cuando sufrimos estrés, alguna alteración o un desequilibrio químico en nuestro cuerpo, por lo tanto diremos que las piedras absorberán los iones positivos (malas energías transformándolos en iones negativos y devolviéndolos al cuerpo para de esta forma conseguir un equilibrio energético en cuerpo y mente.

 

El cuerpo es el templo sagrado del alma. La respiración, el sueño, la dieta y el yoga son los cuatro grandes pilares que sustentan y nutren el cuerpo, la mente y el alma. Las plantas, flores, las hojas, las piedras… todo en el cosmos y la naturaleza tiene un poder curativo, el Ayurveda simplemente nos enseña a utilizarlo.

 

CONTRAINDICACIONES:

No deben someterse a este masaje personas paralíticas o con diabetes, ya que ellas mismas no controlan el calor que se les aplica en la piel.

Las personas que tengan problemas dérmicos, las defensas muy bajas ( cáncer, lupus,VIH) y transtornos venosos importantes o cardiovasculares.